Arsénico: El "Enemigo Invisible" en tu Agua. Lo que dice la Ciencia y la Ley.
En la vasta geografía argentina, desde la Pampa hasta el Norte, existe una problemática silenciosa que fluye bajo nuestros pies: el arsénico. A menudo incoloro e insípido, este elemento químico genera dudas y preocupaciones legítimas.
¿Es segura el agua que bebemos? ¿Qué dice realmente el Código Alimentario Argentino? Y lo más importante: ¿Cuánto tiempo de exposición es peligroso? En este artículo, desglosamos la ciencia detrás de la normativa para que tomes decisiones informadas.
1. ¿Qué dice la Ley? El Código Alimentario Argentino (CAA)
El marco regulatorio en nuestro país es claro, aunque contempla la compleja realidad geológica de nuestras provincias. El Código Alimentario Argentino (CAA), en su Artículo 982, se alinea con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS):
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El "Estándar de Oro": El límite máximo seguro para el arsénico en agua potable es de 0.01 mg/L (o 10 partes por billón - ppb).
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La Excepción Regional: Dado que muchas zonas de Argentina tienen suelos naturalmente ricos en arsénico (y la tecnología para removerlo no siempre está disponible), la ley permite temporalmente un límite de hasta 0.05 mg/L (o 50 partes por billon) en regiones específicas.
El Dato Clave: Que la ley permita 0.05 mg/L por excepción no significa que sea el ideal fisiológico. El objetivo sanitario siempre es reducir la concentración a 0.01 mg/L
2. No todo el Arsénico es igual: Orgánico vs. Inorgánico
Para entender el riesgo, debemos hacer una distinción química fundamental. El arsénico se presenta en dos "familias":
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Arsénico Orgánico (El "menos malo"): Se encuentra unido al carbono. Es común en pescados y mariscos. Nuestro cuerpo lo absorbe pero lo elimina rápidamente a través de la orina, sin sufrir daños significativos.
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Arsénico Inorgánico (El tóxico): Esta es la forma presente en las aguas subterráneas y rocas. Es altamente tóxico y acumulativo. Es el responsable de las enfermedades crónicas y es el foco de todas las regulaciones del CAA (tanto en agua como en alimentos como el arroz).
3. El Peligro Latente: ¿Qué es el HACRE?
El consumo prolongado de agua con arsénico inorgánico deriva en una enfermedad conocida en la medicina argentina como HACRE (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico).
A diferencia de un veneno de acción rápida, el arsénico inorgánico es un "asesino silencioso". No te enferma en días ni semanas. Actúa por bioacumulación.
Los Tiempos de la Toxicidad
Basándonos en estudios toxicológicos y referencias como las del ITBA y la OMS, podemos establecer los siguientes escenarios de riesgo según el tiempo de consumo:
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Exposición Aguda (Dosis masivas): Es rara en el consumo de agua de red. Causa síntomas inmediatos (vómitos, dolor abdominal).
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Exposición Crónica (La preocupación real): Aquí es donde importan las concentraciones de 10 a 50 ppb (partes por billon).
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5 a 10 años: Con consumos elevados (superiores a 50 ppb), pueden empezar a aparecer lesiones cutáneas (cambios de pigmentación en la piel, durezas en palmas y plantas).
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10 a 20 años: Con consumos moderados constantes, aumenta estadísticamente el riesgo de problemas más graves: enfermedades cardiovasculares, y cáncer de piel, vejiga o pulmón.
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Nota del experto: El riesgo es probabilístico. Beber agua con 20 ppb un mes no generará daño visible, pero hacerlo durante 15 años incrementa la "lotería biológica" de desarrollar patologías.
4. La Solución Científica: El Rol del Ozono
Aquí es donde la tecnología juega un papel crucial. Si el agua de origen tiene arsénico, ¿cómo lo sacamos?
El arsénico en el agua suele estar en forma de Arsenito (As³), una molécula "resbaladiza" difícil de atrapar por los filtros comunes. Aquí entra el Ozono (O³).
El ozono actúa como un potente oxidante que realiza una transformación química in situ:
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Oxida el Arsenito (As³)(tóxico y difícil de filtrar).
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Lo convierte en Arseniato (As5)
¿Por qué es vital esto? Porque el (As5) tiene carga eléctrica y es mucho más fácil de "atrapar" mediante procesos de filtración y adsorción. El ozono no hace desaparecer el arsénico por arte de magia, pero lo prepara químicamente para que pueda ser eliminado con eficacia.
Conclusión
El arsénico es una realidad geológica de nuestro país, no un mito. El cumplimiento del Código Alimentario Argentino y la búsqueda de niveles inferiores a 0.01 mg/L (o 10 partes por billon) deben ser nuestra prioridad.
La clave no es el pánico, sino la prevención a largo plazo. Utilizar tecnologías de tratamiento adecuadas y conocer la calidad del agua que consumimos es la barrera más efectiva entre nuestra salud y este elemento natural.
Si sospechas de tu agua, consulta a tu medico de caberca, no pidas un análisis de sangre de rutina, probablemente saldrá limpio aunque estés expuesto. El análisis de orina (con dieta previa sin mariscos) es la prueba reina para la exposición actual, mientras que el pelo y las uñas cuentan la historia de tu pasado tóxico.
Mientras solucionas el problema del agua, ayuda a tu cuerpo.
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El organismo necesita grupos "metilo" para procesar y expulsar el arsénico por la orina. Una dieta rica en proteínas, verduras de hoja verde y antioxidantes mejora la capacidad natural de tu hígado para desintoxicarte. La malnutrición agrava los efectos del HACRE.
Fuentes:
Fuentes y Referencias Oficiales:
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Código Alimentario Argentino (CAA) - Capítulo XII (Agua):
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Normativa completa sobre agua potable y sus límites (Art. 982).
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Código Alimentario Argentino (CAA) - Capítulo III (Alimentos):
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Normativa sobre contaminantes inorgánicos en alimentos (Art. 156).
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Organización Mundial de la Salud (OMS):
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Guías oficiales para la calidad del agua de consumo humano.
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Ministerio de Salud de la Nación (Argentina):
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Información sobre Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE).
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- Mapa del arsenico - Argentina
